René Descartes es uno de los filósofos más importantes del siglo XVII, pero éste no está anclado en la filosofía clásica de pensadores como Aristóteles o Platón, sino que se suma a una nueva corriente, el humanismo que coloca al hombre en el centro de la filosofía y será considerado también el fundamento de la realidad y del conocimiento. Precisamente, su teoría del conocimiento es una de las más atractivas, a mi modo de ver.
El filósofo francés se fija como objetivo el encontrar una realidad de la cual extraer un conocimiento, pero esto no es sencillo. Por ello, Descartes aplica una "duda metódica" a todas las ideas, de forma que descarta las falsas o aquellas que puedan ser puestas en duda. Respecto al mundo material, aunque estamos rodeados de otras personas, edificios, animales, paisajes, etc..., Descartes radicaliza su postura al indicar que todo esto, es decir que todo el MUNDO como lo conocemos puede ser mentira. ¿Y cómo hace esto? Pues bien, el filósofo elabora la importante y, desde mi punto de vista, muy original e interesante "hipótesis del sueño".Este argumento postula que no disponemos de medios para diferenciar la realidad del estado de vigilia, por lo que ciertamente todo puede ser un sueño, y lo cierto es que tiene gran razón pues todo el mundo ha tenido seguramente algún sueño del que se ha despertado pensando que sigue en él, y en el que lo que se visionaba era equiparable a lo que se ve en el mundo real. Sin ir más lejos, yo mismo me desperté pensando que había ganado la lotería (todo parecía real), aunque desgraciadamente esa no era la realidad.
Puesto que Descartes quiere ser muy preciso a la hora de determinar cómo se puede obtener el verdadero conocimiento, interpreta la más mínima duda como negación de la realidad, por lo cual, todo aquello que percibimos a través de los sentidos debemos rechazarlo.
Una vez descartada la veracidad del mundo sensible, Descartes pasa a analizar el conocimiento matemático que, niega también introduciendo un nuevo concepto el del "deus defector" o genio maligno, que habría introducido los ideales de las matemáticas en nuestro entendimiento para confundirnos.
Así pues, cuando la esperanza de descubrir un conocimiento verdadero se desvanecía, Descartes nos ilumina con su gran tesis, y cuya máxima ha pasado a la historia: PIENSO LUEGO EXISTO. Pues bien, lo que el francés quiere decir es que aunque puede que lo que pensemos no sea verdadero, el mero hecho del pensar nos hace existir, lo cual parece similar al argumento utilizado por San Anselmo para explicar la existencia de Dios(siendo éste a priori): el mero concepto de Dios (es decir el hecho de poder pensar en él), ya implica su existencia.
La epistemología cartesiana, además de presentar un gran cambio e innovación respecto a la de los autores clásicos , es para mí una de las más originales, sensacionales y fáciles de comprender ya que posiblemente todo el mundo ha confundido al menos alguna vez el sueño con la realidad, suponiendo que no estemos ahora mismo dentro de un sueño. Así pues, espero no despertarme de este sueño hasta dentro de mucho tiempo y seguir contribuyendo a la difusión de la filosofía a través de este blog.