sábado, 4 de mayo de 2013

NO ME DA IGUAL LA IGUALDAD


En ésta, que será la última entrada, al menos por ahora, de este blog, trataré sobre la filosofía del pensador Karl Marx, la cual pervive aún en nuestra sociedad. Y lo haré a partir de la película "Germinal", basada en la novela naturalista que lleva este mismo título escrita por el gran literato francés del siglo XIX, Emile Zöla.

 En ella se presenta la vida de los trabajadores de una mina francesa, en el que se pone de manifiesto la hegemonía de los propietarios de los medios de producción (opresores), frente a la precaria vida de los obreros (oprimidos) que tenían que hacer frente día tras día al hambre, la muerte, los accidentes laborales o los bajos salarios. En este contexto, la incapacidad de comprar alimentos de los trabajadores, debido a su ínfimo poder adquisitivo, junto con la suplantación de los trabajadores franceses por otros belgas que cobrasen menos, lleva al levantamiento de los obreros, impulsados por la difusión de las ideas marxistas. Para nuestro pensador, Marx, el trabajo debía ser la esencia de los hombres, añadiendo éstos su "toque personal" a los productos y estableciendo relaciones entre los distintos trabajadores. No obstante, en la práctica esto no ocurre, puesto que la sociedad, es una sociedad capitalista en la que la vida de las personas pierde importancia en favor del máximo beneficio del capital privado, es decir, de la burguesía.

La protesta de los trabajadores de la mina se llevó a cabo mediante una huelga que duró dos meses, la cual trajo consigo el repunte de las muertes y enfermedades por el hambre. Los "oprimidos" entonces, acudieron a la mina, protegida por los gendarmes, donde se produjo un enfrentamiento entre manifestantes y cuerpos de seguridad que acabó con la vida del Maheu, el protagonista interpretado por el prestigioso actor francés Gerard Depardieu. La pérdida de su líder, que condujo el hundimiento psicológico de los huelguistas, y el empeoramiento de su calidad de vida, motivaron la vuelta al trabajo de éstos. La película concluye con la explosión provocada por un anarquista de la mina (se puede ver como conviven el marxismo con el anarquismo en esta época, y aunque ambos querían acabar con el estado capitalista, también se ponen de relieve la diferencia entre sus métodos para conseguirlo). Con esta huelga no se consiguió nada, tan solo muertes, eso sí, lo que ocurrió no fue en vano, ya que fueron ideas que se habían sembrado y que en un futuro germinarían, de modo que los obreros lograrían mejores condiciones de trabajo y no tanta desigualdad entre clases.



Marx defendió un nuevo estado social, un nuevo mundo, en el que la dominación del capital fuese derrocada y sustituida por la dictadura del proletariado, al igual que ocurrió cuando la burguesía puso punto y final a la hegemonía de la nobleza en el estado feudal (su tesis "materialismo histórico"). Esta revolución social se iniciaría, según el filósofo, en el momento en el que los trabajadores fuesen conscientes de su propia fuerza y capacidad de organización y movilización, y la implantación del estado marxista o comunista comenzaría con la atribución de toda la propiedad al estado y acabaría cuando se suprimiese absolutamente la propiedad privada, lo cual llevaría a la abolición de las clases sociales y a la consecución de la plena igualdad.



Desde mi punto de vista, la sociedad que postula Marx no es para nada factible y provocaría tantas desigualdades como la actual. Así por ejemplo, si yo fuese un abogado muy prestigioso, con infinidad de casos y con una importante labor social, no sería justo, insisto, a mi modo ver las cosas, llevar el mismo nivel de vida que una persona sin cualificación alguna. ¿Todos somos personas iguales? Claro que sí. Derechos como la sanidad, la justicia o la educación tienen que ser iguales para todos, pero el poder adquisitivo de las personas debería variar según la preparación que cada uno haya recibido, pues sino fuese así no habría ningún estímulo para que la gente cursase estudios de alto nivel de cualificación y esto daría lugar a una sociedad atrasada. Por ello, si yo enunciase una tesis sobre este asunto, sostendría que la diferencia fundamental que debe existir entre las personas ha de ser el trabajo, y el premio recibido a cambio de éste, es decir, el salario. Buen ejemplo del fracaso del comunismo es el caso de la URSS o, más actual, de Corea del Norte, donde las libertades son incluso mucho menores que en una sociedad capitalista como la nuestra.

Dicho esto, también me gustaría recalcar que no es tampoco el estado capitalista mi sociedad ideal. En ella, "el dinero mueve el mundo", cuando en realidad deberían ser las personas las que lo hiciesen. Por ello, se debe buscar el equilibrio entre ambos polos opuestos, asegurando así la libertad e igualdad de las personas, así como la diferencia entre los distintos grados de trabajo.

1 comentario:

  1. Bien Álvaro. Bien la sinopsis y bien el comentario. Sin embargo echo en falta la conexión entre ambos. No es una reflexión que te suscita una peli, sino que es una reflexión al lado de una peli.
    Saludos.
    Pdt el líder revolucionario de la peli, ahora es ruso, ya no es francés por no querer pagar impuestos (Y colaborar así en paliar la situación de los más desfavorecidos)

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